Estación silencio (2)
Conozco a Silencio, ya he oído de él en ocasiones anteriores...
Dicen que es tímido y solitario, gusta de la mar y las estrellas, quizás por el inmenso mutismo que acompaña estos lugares durante gran parte del día.
Silencio gusta de Soledad, su vecina del 305, pero ella es de avenidas vacías y vitrinas clausuradas, lugares esquivos en los que se le puede ver, pero no abordar. Además, Silencio todavía no ha sido capaz de dirigirle la palabra a Soledad, por más que la oportunidad de un acompañante siempre ha estado latente en ella.
Sé que podrías decirlo todo
pero no resulta necesario
recide implícito
extensión de lo expresado
No vale la pena de otro modo
no abrirá la flor sin el sol
definitivamente no
mientras no haya lugar en el aire
mientras el gesto tome el tren
capaz de devastar
más
cuánto más
que la palabra imprecisa
que la expresión forzada
que el ingenio al aire
con breve movimiento
astronauta de todo sentimiento
El silencio ya vino se fue y volvió a venir... estoy por pensar que gusta de mis madrugadas... Puede ubicarlo nuevamente aquí, y también puede estar seguro de que volverá a escuchar de él muy pronto.
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