17/4/11

Textos prestados - Experimentales VI

Hay contenidos reales que superan cualquier ficción...

Gemelos de 91 años murieron el mismo día

Florentino y Heliodoro Mahecha Colorado, dos campesinos que nacieron en Puerto Salgar, Cundinamarca, estaban a pocos días de celebrar sus 92 años de vida, el próximo 17 de abril.

Debido a fuertes dolencias que lo aquejaban, Heliodoro fue trasladado a Bogotá y el domingo pasado, en horas de la mañana, dejó de respirar.

Cuando le dieron la noticia a su hermano Florentino, él entró en una profunda tristeza y a las 5:00 de la tarde de ese mismo día, también murió.

Un año y medio atrás a Heliodoro le amputaron una pierna por problemas de diabetes y al poco tiempo, Florentino fue diagnosticado de esta misma patología.

Estos hermanos siempre vivieron juntos y se dedicaron a las labores del campo. Ambos tuvieron cuatro hijos, Heliodoro dejó tres hombres y una mujer, y Florentino, tres mujeres y un hombre.

Los gemelos Mahecha Colorado fueron sepultados en Puerto Salgar, tal como nacieron, juntos y compartiendo el mismo espacio, ahora, la tumba.

Fuente: http://www.rcnradio.com/node/80430

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6/4/11

Breves vampíricas III – Experimentales V

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Lanzarlo por las escaleras es lo más adecuado, pensaba al descender por la ventana del patio trasero de la casa de Carlton, sin embargo pasó poco tiempo antes de que cambiara de opinión...

En apenas 20 minutos de pasos sin huella ni reflejo encontré que Fauno, Tiara, Sila, Magnolia y Jacko, al menos ellos, tenían problemas similares al mío: hepatitis B, sangre azul, glóbulos drogadictos, criaturas jugosas pero constantemente ocultas entre sus muebles baratos hechos de miedo y barniz, entre otras desavenencias que completan mi inconformidad y la hacen colectiva.

... Estuvimos discutiendo durante casi tres días sobre el tema y si algo tenemos claro es que entre los vampiros dedicados a la política las cartas y el protocolo sin una bolsa de monedas de oro detrás se pierden inequívocamente en los despachos de la burocracia. Así las cosas nos hemos inclinado por las armas y las trampas. No será sorpresa en todo caso, pues poco menos esperarían los dueños de las leyes en estas tierras, que ahora pretenden controlar de lleno los suministros de alimentos y los placeres que nos hacen sentir verdaderamente vivos, una sensación por demás importante para nosotros.

No es justo, no es posible... ¡Que comience la revolución!...

Pd. Los desacuerdos colectivos bastan para pensar que aunque la muerte del viejo Carlton no le haría daño a nadie, resulta innecesaria, y no me juzguen mal: asesino por apetito, no por sangre fría.

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