Breves vampíricas I – experimentales III
Chupar sangre ya no es lo que era antes. Luego de la enmienda XVI - XXII todo se volvió más difícil, al menos para mí. Según dice el documento los vampiros deben succionar del mismo humano la sangre que necesite durante al menos 10 años. A mí me aplicó con Johnson Carlton, un anciano prestante de Kalahand que suele pasar sus días en un sillón de terciopelo rojo leyendo novelas policíacas y pagando por mujeres que timbran a su puerta. Fue un error chuparlo a él,así lo entiendo, pero por ese desliz ahora tendré que succionar la bilis de Carlton por una década, cuando hacerlo es lo más parecido a sacarle agua a una galleta de soda. Mi única oportunidad es que el anciano fallezca. He considerado varias alternativas para ayudarle a su condición tísica para que se lo lleve pronto. Veneno en el plato de cereal, caída por las escaleras de caracol, qué se yo. Algo clásico ayudaría a evitar sospechas y es fundamental que no me terminen vinculando. (Continuará... Mientras tanto, si quiere seguir leyendo otros experimentales, clic aquí).
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