25/3/11

Breves vampíricas II – experimentales IV

(Para comenzar por el principio, clic aquí)

Si el valor me falla, he considerado escapar hacia América Latina, una región desprotegida de la absurda ley promovida por Rackinston y aceptada de manera unánime por el Consejo Plenar ante la reducción en el número de humanos en las calles. Allí se habla de valles y praderas llenas de criaturas deliciosas y desprotegidas…

En cambio, aquí solo se habla de piedad, meditación, fluoxetina y bebidas artificiales. Es una lástima, una marca relevante de la decadencia por la que atraviesa nuestra sociedad.

“Necesitamos dejar de matarlos, debe haber fraternidad y una clara relación de largo plazo si queremos evitar nuestra eventual extinción”, comentó Anguila, un chupasangre regordete que de puertas abiertas predica mientras sus beneficios diplomáticos le permiten coleccionar ‘bocadillos’ en el sotano.

Miro por la ventana y comienzo a pensar que no soy el único inconforme. Creo que vale la pena dar una vuelta por el vecindario…

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13/3/11

Breves vampíricas I – experimentales III

Chupar sangre ya no es lo que era antes. Luego de la enmienda XVI - XXII todo se volvió más difícil, al menos para mí.

Según dice el documento los vampiros deben succionar del mismo humano la sangre que necesite durante al menos 10 años. A mí me aplicó con Johnson Carlton, un anciano prestante de Kalahand que suele pasar sus días en un sillón de terciopelo rojo leyendo novelas policíacas y pagando por mujeres que timbran a su puerta.

Fue un error chuparlo a él,así lo entiendo, pero por ese desliz ahora tendré que succionar la bilis de Carlton por una década, cuando hacerlo es lo más parecido a sacarle agua a una galleta de soda.

Mi única oportunidad es que el anciano fallezca. He considerado varias alternativas para ayudarle a su condición tísica para que se lo lleve pronto. Veneno en el plato de cereal, caída por las escaleras de caracol, qué se yo. Algo clásico ayudaría a evitar sospechas y es fundamental que no me terminen vinculando.

(Continuará... Mientras tanto, si quiere seguir leyendo otros experimentales, clic aquí).

8/3/11

estación mujer - experimentales 2

Te amo con la intensidad de un hombre que salta al vacío sin la ayuda de sus alas, con aquella propia de un extremista capaz de estallar entre las multitudes por su honor y con la misma que mi corazón se mantiene latiendo sin asomo de cansancio.

Te amo porque me dedicas tiempo y alma sin condiciones, dudas ni comentarios, encimando en el camino algunas cualidades ya sabidas.

Te amo, en detalle y en perspectiva, entre tus brazos e incluso cuando no quieres tocarme. Te amo por tantas cosas que mi latir se ha vuelto suicida, desproporcionado y adictivo.

Te amo hoy por lo que eres como persona, como madre (en potencia), pero sobretodo como mujer, y celebro estar a tu lado en este día.

Quisiera regalarte algo, quizás un reloj para conmemorar cada instante de nuestra vida juntos, pero ahora sabes que no puedo hacerlo. En su lugar te daré una sospecha, una premonición de lo que está por venir, de lo que no hemos vivido y que no tiene medida posible.

Imagínate, yo voy detrás, y miremos hasta dónde podemos caminar juntos.


...

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5/3/11

Falsas estaciones - experimentales 1


Claro Carlos, claro que me irrita seguir mintiendo, apostar que no me importa cuando le arrancaría la ropa sin pensarlo dos veces. Sería un animal violento y rápido a la primera oportunidad.

Desesperado, pienso en otra cosa cuando está cerca, ojalá en el sonido de una fresa odontológica, un grito, o un campo de remolachas y guisantes. Si se me niegan las ideas poco o nada resisto que se muerda sus labios blandos y anticipe una sonrisa.

Últimamente he optado por imaginar que está muerta, que es un payaso inanimado observándome desde el filo de la puerta a la espera de un descuido para acabar conmigo. Sin embargo, al igual que sucede con el payaso, por más que pierdo mi estado de alerta ella todavía no ha acabado conmigo.

...
Le invitamos (¿quiénes?) a revivir algunos momentos memorables de la malicia indígena criolla aquí.

Momentos de redefinición

No actualizo este espacio desde noviembre de 2009. Tantas cosas han sucedido desde entonces que parece difícil retomar el blog con el mismo espíritu que lo venía trabajando. Pensé en crear uno nuevo pero no he dado con un concepto que me parezca, digamos, adecuado.

Momentos de redefinición, de pensar cómo levantar nuevamente la voz digital para retumbar desde la web en mentes lejanas.

A los que pasan por primera vez les dejo un
link para que comiencen a perderse, mientras yo trato de encontrarme.