Estación fragilidad

Cuántos segundos toma acabar con la complejidad de un ser humano???... pura fragilidad, puro vértigo en este golpe (y pensar que el famoso airbag nunca se desplegó)...

Vea otras cosas impresionantes que suceden a diario en Bogotá dando clic aquí...

Estación fanatismo

Una fotico de la fila del primer sábado tras el estreno de Los Simpsons (esto es tan sólo una fracción de lo que realmente fue, y tan sólo un instante o de las horas por las que se prolongó)...

Lo que hace algo de buena publicidad... vea otros buenos ejemplos aquí...

Estación crisis

Mientras cae la noche, pienso que mi bote necesita virar hacia nuevos rumbos o pronto me puedo estar cansando del paisaje.

Creo que ando con cierta ‘asfixia cerebral’ y emocional, con cierto requerimiento de volver a llenar el vaso medio vacío que tengo sobre mi mesa y que he venido dejando así desde hace algunos meses.

Necesito descubrir, conocer, cambiar, detenerme y volver a mirar, creer y pensar, escuchar con atención el palpitar de la tierra, el mío propio, para recordar que estoy viviendo, para reinventarme y sentirme con curiosidad y extrañeza.

Primero me doy cuenta de que algo está mal, ahora iré viendo dar los pasos para resolver el problema.

Vendrá la caída de lo conocido y su reinvención… esperemos que sea capaz de tomar ese riesgo.

Mientras traigo más noticias de esto, viene bien algo de música. Escúchela dando clic aquí .

Estación 25

Sin mayor trascendentalidad, el cumpleaños 25 vino y se está yendo. Un nuevo año que se dejó avistar en el horizonte y se acercó sigiloso hasta hacerse realidad (celebraciones desde el fin de semana pasado hasta el próximo...!!!...).

Dado que eso no es lo que más me inquieta ahorita, mejor dejo algo que me llamó mucho la atención: el café más costoso del mundo.

Bye!!...

...-* Si quiere seguir navegando por otros temas relacionados al interior de este blog, clic aquí. De lo contrario pase pronto a ver qué de nuevo se le tiene por estas latitudes virtuales.*-...

Estación esquina

Bueno, falta 7 días para mi primer cuarto de siglo. Me resulta tan aterradora la naturalidad con que llega este 25 cumpleaños, que siento se podría repetir el número una y otra vez (eso me alegra y me da escalofríos al mismo tiempo... mmm... emociones encontradas... creo que todo esto me trae el tiempo a la cabeza).

En fin... a todas estas, dos buenas cosas que me han recomendado últimamente:

Un buen cuento...: Grafitti.

Y

Una buena canción...: The Greatest.

Nada más, digamos que sólo pasaba por aquí con casualidad y cierta dosis de inocencia... amanecerá 17 y ya veremos...

Estación belleza (2)

He aquí lo último del mercadeo, que ahora desafía hasta los deseos más alquímicos de la cultura estética de todos los tiempos, donde habitan cientos de personas preocupadas por no ver su cuerpo en deterioro o desencajando de cualquier patrón en relación a lo hermoso.

Por mi parte, yo me tomé como botella y media, y por más que me miro en el espejo, todavía no he notado de a mucho el cambio… será que se inyecta??...

Nada, sólo presento otro de los artilugios mercanchinflescos que ahora se inventan para innovar, dar valores agregados y vender (puede ver otro buen ejemplo aquí)…: la Beauty Drink (Muy pronto en el supermercado más cerca de ud… sino en bebida, de seguro en algún labial o perfume…).

Para ver otros pormenores de la belleza, clic aquí...

Pdata: La foto, como verán casi de catálogo, no es mía (sé que era evidente, pero voy a los créditos): es de Joan Rojas, el fotógrafo de la revista en la que trabajo y quien me hizo el catorce de tomar una buena foto pal blogcito!!... q se le agradece!!...

Estación basura

Cuando la ciudad no te pertenece, cuando lo que pisas no es tuyo, tomas lo que te sirve de los desechos que excrementan 'los otros' y te vale un peso acabar con el resto. Al fin y al cabo 'ellos' tampoco se han preocupado por ti...

Para ver a quién le podrían atribuir estas palabras, clic aquí.

Estación alcantarilla

Dentro de aquello que nos caracteriza como ciudad latinoamericana están los huecos de nuestras estrechas calles. Muchos de ellos suceden por el descuido del Estado. Otros, como este, por unas pocas monedas (robo de alcantarillas).

En la foto, un orificio vacío y oscuro como el corazón de aquellos que hacen este tipo de cosas para sobrevivir.

* Fuera de la foto, los bordes de otras tres alcantarillas están siendo lentamente destruidos por algunos desesperanzados que no tienen otra alternativa que saquear para sobrevivir, o quizás por un grupo que encontró más sencillo robar en un país de impunidades antes que trabajar para salir adelante... o sencillamente por algún puñado de adolescentes que se vio envuelto y obligado a participar del robo en beneficio de terceros (cómo saberlo...).

Para otras particularidades, menos delictivas, de nuestra Bogotá (y por extensión de semejanza, de varias de nuestras ciudades latinoamericanas) clic aquí...